Revitalizante o relajante… ¿cuál prefieres?
¡Qué bien sienta una buena ducha! Ya sea a primera hora de la mañana para despejarnos. Ya sea antes de ir a dormir después de un día agotador. O ahora en verano, cuando llegamos de la playa con la sal y la arena pegadas.
Numerosos estudios avalan los beneficios de tomar una ducha. La temperatura del agua es clave, ya que el agua caliente aporta unos beneficios y el agua fría tiene otros efectos. Una ducha caliente ayuda a dilatar los poros. Además aumenta el flujo sanguíneo y nos ayuda a eliminar las toxinas de nuestro organismo. Una ducha caliente está contraindicada para personas con la piel seca o irritable, ya que el agua caliente saca las capas de grasa propias de la piel y entones se reseca más.
Las duchas de agua fría están reservadas para l@s más valientes. Ducharse con agua fría libera en nuestro organismo dosis de adrenalina que reducen de manera sustancial la apatía o la depresión. Además son energizantes y muy beneficiosas para la piel y el cabello. Además endurece y tonifica la piel, por lo que es ideal para pieles con celulitis o flacidez.
REGULAR LA TEMPERATURA DEL AGUA
De todos modos, la receta ideal es combinar agua caliente y agua fría en nuestras duchas diarias. Empezar con agua templada para que nuestro cuerpo no sufra un shock y acabar con unos 10 minutos de agua fría. Nuestra piel y nuestro organismo lo agradecerán.
Para regular la temperatura del agua y, sobretodo, no pasarnos con la temperatura del agua caliente encontramos en el mercado sistemas de control de temperatura. Uno de estos sistemas es el teleducha Colors, que incorpora un sistema de luz LED que cambia de color según la temperatura del agua: azul cuando el agua no supera los 25º, el color verde para temperaturas entre los 25 y los 35 grados y el color rojo, que nos avisa cuando el agua supera los 36º.
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No requiere ni pilas ni electricidad y su instalación es sencilla. Con el teleducha Colors podrás combinar perfectamente la temperatura del agua cuando tomes esas duchas revitalizantes o relajantes; matutinas o vespertinas.