Más del 30% de la población en España padece alguna alergia. Algunas de las más comunes son las reacciones a los ácaros del polvo y a la humedad. Nuestras casas deberían ser un refugio donde estar a salvo de estos potenciales alérgenos, pero lo cierto es que algunas condiciones constructivas, muy habituales en la mayoría de inmuebles, permiten que nuestros hogares se conviertan en el caldo de cultivo perfecto para estos alérgenos. Hoy te contamos cómo revertir esta situación y conseguir una casa más saludable siguiendo algunos de los principios básicos de la bioconstrucción.
MEJORAR LA CALIDAD DEL AIRE INTERIOR
Además de ser uno de los principales objetivos de la bioconstrucción, mejorar la calidad del aire interior es fundamental para tener un hogar más sano y confortable, manteniendo alejados los alérgenos.
Pero… ¿cómo podemos lograrlo?
Sigue estos consejos:
1. Evita los químicos tóxicos en la pintura de las paredes y en los barnices de los muebles
Las pinturas tradicionales desprenden tóxicos como los COV (compuestos orgánicos volátiles) que contaminan el aire. La exposición prolongada a estos químicos provoca diversas afecciones como dolores de cabeza y sensación de malestar, pudiendo desencadenar patologías más severas como la Sensibilidad Química Múltiple (SQM).
En lugar de estas pinturas, puedes decantarte por pinturas ecológicas, minerales o naturales, con sello Ecolabel.
2. Favorece la ventilación cruzada y natural de las estancias de tu hogar
Con un diseño de fachada que favorezca la ventilación natural de la casa y con una disposición de puertas y ventanas que permita la rápida regeneración del aire. También puedes decantarte por soluciones inteligentes como las ventanas de VELUX sobre las que os hablábamos en este artículo de nuestro blog. Mediante unos sensores, estas ventanas detectan la calidad del aire interior, así como las condiciones climáticas exteriores, abriéndose automáticamente cuando los niveles de humedad y CO2 llegan al máximo recomendado.
3. Elige fuentes de calor eficientes y renovables que no expulsen partículas de polvo en el ambiente
Las estufas de pellets o los inserts y estufas de leña, son herméticos y no expulsan cenizas en el ambiente, disminuyendo el polvo ambiental y, por tanto, las reacciones alérgicas al mismo. Además, son más eficientes que las chimeneas abiertas gracias a su sistema de doble combustión, y más sostenibles al funcionar con biocombustibles.
REGULAR Y MINIMIZAR LA HUMEDAD EN EL AMBIENTE
Para evitar las humedades en casa, el primer paso es realizar un correcto aislamiento de la envolvente del hogar, ya sea aislando por el exterior de la fachada o mediante trasdosados interiores con aislantes naturales tales como la lana, el corcho o las fibras de madera.
Por otra parte, elegir materiales higroscópicos, transpirables y que regulan la humedad atmosférica de forma natural, nos ayudará a mantener los niveles óptimos de humedad en el ambiente.
Este tipo de materiales, como las arcillas o el mortero de cal, no solo disminuyen las reacciones alérgicas a la humedad, sino que también:
- Previenen la electricidad estática, ya que, al mantener estable la humedad, se evita la condensación que favorece la conductividad en las superficies.
- Evitan la proliferación de los ácaros del polvo, esos diminutos arácnidos responsables de la alergia. Los ácaros encuentran en los ambientes húmedos su hábitat más confortable, por lo que, al estabilizar los niveles de humedad, dificultamos que las colonias de ácaros se extiendan.
- Impiden la aparición del moho, una de las más tóxicas y perjudiciales consecuencias de la humedad.
- Mejora el confort térmico en el hogar, ya que la alta humedad hace que la sensación térmica de frío o calor sea más extrema. Por eso, una de las consecuencias indirecta de mantener la humedad de nuestra vivienda en unos niveles óptimos, es el ahorro energético.
- Mejoran nuestra salud, ya que la exposición constante a climas húmedos no solo afecta a los alérgicos, sino que puede causar sensación de malestar, insomnio, dificultades respiratorias y hasta enfermedades pulmonares en los casos más extremos.
¿Qué te han parecido estos consejos? ¿Se te ocurren otros? Si tienes más ideas o alguna duda…¡no olvides dejárnosla en los comentarios!!
