Ser más eficientes energéticamente no es tan complicado como pueda parecer: aprovechar el calor y la luz solar en lugar de recurrir a métodos artificiales de iluminación y calefacción puede ser un gran primer paso para ahorrar en tu factura y contribuir a la salud medioambiental.
Pintar las paredes de blanco o colocar espejos en lugares estratégicos de casa para que reflejen la luz natural, son algunos de los trucos que ya vimos la semana pasada y que sin duda van a ayudarnos ¡Pero hay mucho más! Hoy te traemos la segunda parte de este práctico post que va a ayudarte a reducir por fin tu factura de luz ¡Toma nota!
1. Al calor del sol
Ten en cuenta que el sol es una fuente de calor directo completamente limpia y gratuitaque, si sabemos aprovecharla, conllevará un significativo ahorro en nuestra factura de suministros. Por supuesto podemos instalar sistemas fotovoltaicos que transformen su calor en energía, pero también podemos sacarle partido a éste en las pequeñas rutinas. Por ejemplo, especialmente ahora que llega el verano, aprovecha siempre el sol para tender tu colada. Aunque el nuevo sistema tarifario eléctrico no hace fácil compatibilizar las horas de máxima potencia solar con aquellas en que el vatio es más económico, al adaptar tus rutinas de lavado valora si el consumo eléctrico de un programa de secado estándar compensa el ahorro que conlleva usar ambos electrodomésticos en la hora valle en lugar de solo uno en hora punta.
De todos modos, lo que sin lugar a dudas supondrá una ayuda importante en la reducción de nuestra factura será revisar la eficiencia de nuestros electrodomésticos y de ser necesario, plantear su sustitución. ¿Sabías que el ahorro medio que puede reportarte un electrodoméstico eficiente con respecto a uno convencional de 10 años de antigüedad es de 48€ anuales? ¡No está nada mal!
2. ¡Aprovéchate del sol cuando está y cuando no!
Si quieres notar un ahorro realmente importante y además ser eficiente energéticamente, adapta tus rutinas de ventilación a las necesidades de cada estación del año. Ahora que llega el verano recuerda aprovechar las últimas horas de la tarde y las primeras de la mañana para crear corrientes de viento en tu hogar abriendo puertas y ventanas. Así conseguirás que se regenere el aire, descontaminándolo y haciéndolo más saludable, mientras bajas algunos grados la temperatura de tu hogar sin haber consumido ni un solo vatio extra. En invierno haz lo contrario: No olvides mantener el beneficioso hábito de ventilar, pero traslada la rutina al medio día y acórtala.
Algunos sistemas como el de ventanas inteligentes de Velux Active with Netatmo con Velux Integra pueden ayudarte con esta rutina, para conseguir un hogar más eficiente y sano. El funcionamiento es sencillo: Unos sensores captan los niveles de humedad y CO2 en el ambiente y cuando estos llegan al máximo recomendado, se acciona automáticamente la apertura de las ventanas. Además, también aportan protección inteligente contra el calor, ya que el sistema cierra las persianas de ser necesario, en función de la predicción meteorológica.
3. Invertir en luz natural es ahorrar
Piensa en ese cuarto de baño sin ventanas que tienes en casa, o en esa zona de paso que une todas las habitaciones, cuya luz apagas incontables veces diarias porque siempre alguien la deja prendida. Todo ese consumo extra en luz artificial tiene una importante repercusión en tu factura y por supuesto, también en el planeta. Las soluciones eficientes pueden parecer a priori prescindibles o costosas, pero no solo se amortizar rápidamente y son muy duraderas, sino que, además, gracias a la innovación y la investigación en materia de eficiencia y sostenibilidad, hoy día podemos encontrar soluciones compatibles con casi todos los presupuestos y necesidades.
Algunas de las soluciones que pueden funcionar en tu vivienda y sobre las que podrán informarte mejor en tu almacén Gamma más cercano son el tubo solar de Velux, que transporta la luz desde las cubiertas a aquellas estancias en las que no es posible instalar ventanas; los paneles de policarbonato celular de Irpen, que presentan muy buena resistencia térmica y transmisión luminosa o las claraboyas de Danosa, que pueden ser practicables o fijas y que sin duda son una solución perfecta para iluminar cualquier habitación que quede bajo la cubierta de la casa.
Como hemos visto, bien sea cambiando pequeños hábitos, redecorando o invirtiendo en tener un hogar más eficiente y sostenible, muchos recursos pueden ayudarnos a hacer del sol nuestro gran aliado en el ahorro energético. ¡No te lo pienses y empieza a sacarle partido!